A continuación, se enumeran los tipos más comunes de los trastornos del estado de ánimo:
- Depresión grave: período de dos semanas de un estado de ánimo deprimido o irritable o una marcada disminución en el interés o placer por las actividades habituales, junto con otros signos de un trastorno del estado de ánimo.
- Distimia (trastorno distímico): estado de ánimo crónico, bajo, deprimido o irritable que perdura por lo menos durante un año.
- Síndrome maníaco depresivo (trastorno bipolar): por lo menos un episodio de estado de ánimo deprimido o irritable y un período de un estado de ánimo maníaco (persistentemente elevado).
- Trastorno del estado de ánimo debido a una condición médica general: muchas enfermedades médicas (incluyendo el cáncer, lesiones, infecciones y enfermedades médicas crónicas) pueden desencadenar los síntomas de depresión.
- Trastorno del estado de ánimo producido por sustancias: síntomas de depresión debidos a los efectos de la medicación, abuso de drogas, exposición a toxinas u otras formas de tratamiento.
Según la edad y el tipo de trastorno del estado de ánimo presente, una persona puede mostrar diferentes síntomas de depresión. A continuación, se enumeran los síntomas más comunes de un trastorno del estado de ánimo. Sin embargo, cada individuo puede experimentarlos de una forma diferente. Los síntomas pueden incluir:
- Sentimientos persistentes de tristeza.
- Sentimiento de desesperanza o desamparo.
- Baja autoestima.
- Sensación de ineptitud.
- Culpabilidad excesiva.
- Deseos de morir.
- Pérdida de interés en actividades habituales o actividades que antes se disfrutaban.
- Dificultad en las relaciones.
- Perturbación del sueño (por ejemplo, insomnio, hipersomnio)
- Cambios del apetito o del peso.
- Disminución del movimiento.
- Dificultad para concentrarse.
- Disminución de la capacidad de tomar decisiones.
- Pensamientos suicidas o intentos de suicidio.
- Molestias físicas frecuentes (por ejemplo, dolor de cabeza, dolor de estómago, fatiga).
- Intentos o amenazas de escaparse del hogar.
- Hipersensibilidad ante el fracaso o el rechazo.
- Irritabilidad, hostilidad, agresión.