Todos los niños se comportan mal algunas veces. Y otros niños pueden tener problemas de comportamiento temporales debido al estrés. Por ejemplo, el nacimiento de un hermanito, divorcio o la muerte de un miembro de la familia puede hacer que el niño se comporte mal. Pero los trastornos de la conducta son más serios. Abarcan un patrón de conductas hostil, agresivo o perturbador que no es apropiado para la edad del niño.
Los signos de advertencia pueden incluir:
- Dañar o amenazar a otras personas, mascotas o a sí mismos
- Dañar o destruir las pertenencias ajenas
- Mentir o robar
- No tener buen rendimiento escolar, faltar a la escuela
- Comenzar a fumar, beber o consumir drogas prematuramente
- Actividad sexual prematura
- Rabietas y discusiones frecuentes
- Hostilidad constante hacia las figuras de autoridad